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Eduardo Gasset y Artime

 

Eduardo Gasset y Artime (1832-1884), figura clave en la historia de la prensa española, nació en Pontevedra el 12 de junio de 1832. Su padre, de origen catalán y de formación militar, había cambiado en 1820 el ejército por la carrera administrativa y, en 1830, ocupaba una plaza en la Administración de Correos de Pontevedra. Allí se casó con Águeda Artime, natural de Padrón, municipio por el que el hijo de ambos, Eduardo Gasset, sería después diputado en varias ocasiones. La familia Gasset y Artime sufrió la áurea miseria de tantos funcionarios del XIX al quedar el padre cesante en 1835. Ello explica la temprana incorporación de Eduardo al mundo laboral. En 1843 ingresó sin sueldo en el Banco de San Fernando. Fue el principio de una carrera administrativa poco brillante que le llevaría a Madrid. En la década de 1850, cuando era funcionario de la Caja de Depósitos, se convirtió en asiduo de los círculos literarios y trabó estrecha amistad con Cristino Martos, quien sería su principal valedor político a lo largo del tiempo, y con Ángel Fernández de los Ríos, entonces propietario y director del diario Las Novedades y del Semanario Pintoresco Español. Ambas publicaciones recogieron las primeras colaboraciones de Eduardo Gasset en la prensa.

 

En 1855 se casó con Rafaela Chinchilla, andaluza de Marbella, hija del futuro presidente del Tribunal de Cuentas y sobrina del general Serrano. Ese mismo año, en diciembre, el librero Pascual Palacios le encargó la coordinación de un «Álbum de la infancia» y de un almanaque para 1856, aprovechando la ley que liberalizaba la publicación de calendarios. Gasset llevó adelante ambos encargos a una velocidad de vértigo y contó para el segundo con sus contertulios del café Suizo, Eguílaz, Serra, Flores, Alarcón, Barrantes y Bonnat, entre otros. El resultado de esta colaboración fue el «Almanaque Ómnibus para 1856», uno de los primeros en su género. También a finales de 1855, Fernández de los Ríos, desbordado por sus múltiples empresas periodísticas y por su intensa actividad política con los progresistas del Bienio, le traspasó el Semanario Pintoresco Español, que había perdido popularidad entre los lectores. De este modo, Gasset y Artime se convirtió en propietario y director del antiguo  periódico de Mesonero Romanos de diciembre de 1855 a junio de 1856, fecha en que lo vendió a la imprenta de la Viuda de Palacios, que sólo pudo mantenerlo a flote hasta agosto.

 

La primera empresa periodística de Eduardo Gasset y Artime fue la creación de El Eco del País a principios de 1862, un diario al servicio de la Unión Liberal, partido al que él se había vinculado desde su primera elección como diputado por Padrón en 1858 y al que permaneció fiel hasta la crisis que siguió a la represión del motín de San Gil en junio-julio de 1866. Se aproximó entonces a los progresistas y empezó a distanciarse de O'Donnell, a quien había estado muy unido. El resultado de ese cambio constituyó una auténtica revolución en el ámbito de la prensa decimonónica. El 16 de marzo de 1867, desafiando la rígida ley de prensa de González Bravo, Eduardo Gasset ponía a la venta el primer número de El Imparcial, un diario liberal que contribuiría decisivamente al triunfo de la Revolución del 68 y que enseguida alcanzaría un volumen de ventas sólo comparable al de La Correspondencia del marqués de Santa Ana.

 

La evolución política de Gasset y Artime hacia el progresismo, especialmente hacia el ala radical representada por Manuel Ruiz Zorrilla, lo llevó en los años del Sexenio a ser sucesivamente subsecretario de Estado con Cristino Martos, concejal de Madrid con Nicolás María Rivero y diputado. Apoyó en 1870 la candidatura de Amadeo de Saboya al trono, porque creía «que España necesitaba buscar un rey en la monarquía más liberal de Europa». Los años del amadeísmo fueron los de su culminación política y, también, los de su caída. De julio a diciembre de 1872, ocupó la cartera de Ultramar en el Ministerio Ruiz Zorrilla. Su preocupación por mantener la integridad territorial de las provincias de ultramar lo enfrentó a la Sociedad Abolicionista, que reclamaba la abolición de la esclavitud en Puerto Rico, y dimitió.

 

Durante el Sexenio y a principios de la Restauración, Gasset y Artime emprendió otras dos decisivas empresas periodísticas. En 1870, tomando en parte como modelo el desaparecido Semanario Pintoresco Español, creó La Ilustración de Madrid. Contó para ello con los hermanos Bécquer y con el crítico Isidoro Fernández Flórez, «Fernanflor». Unos años después, en 1874, empezaría a publicar Los Lunes de El Imparcial, la pionera página cultural de su diario, de la que sería director Fernanflor hasta 1878, fecha en que abandonó el puesto por desavenencias políticas. Lo reemplazó Ortega Munilla, que se casaría poco después con la segunda hija de su patrón, Lola Gasset. Eduardo Gasset y Artime, que había sido accionista de la Institución Libre de Enseñanza de Giner de los Ríos desde su fundación, se declaraba ahora dinástico. En 1884, poco antes de su muerte, Alfonso XII lo nombró senador.

 

Eduardo Gasset y Artime colaboró en el Semanario Pintoresco Español de Fernández de los Ríos de 1850 a 1855. Siguió haciéndolo después, hasta junio de 1856, durante los meses en que fue propietario y director de la publicación. Se trata casi siempre de poemas de temática y factura diversa, muy elogiados por los contemporáneos. Destacan composiciones clásicas como «A Fernando de Herrera. Soneto» (1851) o «Céfiro y Flora» (1853); textos breves, influidos por Heine, que desarrollan los tópicos de la melancolía, como «Lágrimas» (1852) o «La primera lágrima» (1856); dos baladas, «La vuelta al hogar» (1853) y «La partida de Colón» (1853). Más interesantes resultan sus colaboraciones en prosa. «El cigarro» (1856) y «La caza» (1856), los dos últimos textos que publicó en el Semanario Pintoresco Español, son disertaciones amables que contienen elementos satíricos y costumbristas. Hay en «La caza» un interesante retrato de un jaulero que caza con reclamo en Boadilla del Monte, antiguo coronel de la Guardia Real  que dejó el ejército al final de la guerra civil. El resto de colaboraciones en prosa son cuentos.  «Historia de un clavel» (1852) y «La sombra de un caballero. Balada» (1856) se aproximan al fragmento lírico. «El último remedio» (1853), en cambio, construido sobre un cañamazo folclórico, es un cuento político y moral que podría haber tenido un consistente desarrollo novelesco. Especial interés reviste en esta narración el tipo secundario de un coronel carlista que no quiso acogerse al Convenio de Vergara e hizo fortuna en el exilio gracias a su espíritu de capitalista emprendedor.

 

En mayo de 1860, Eduardo Gasset colaboró con una balada religiosa en El Mundo Pintoresco: «Pregunta de niña y respuesta de ángel. Balada».

 

Eduardo Gasset tiene una única publicación en El Museo Universal, el poema «La rondalla» (1867).

 

Cuentos

 

Eduardo Gasset, «Historia de un clavel», Semanario Pintoresco Español, 47 (21 de noviembre de 1852), pp. 375-376

Eduardo Gasset, «El último remedio», Semanario Pintoresco Español, 24 (12 de junio de 1853), pp. 190-191; 25 (19 de junio de 1853), pp. 197-199

Eduardo Gasset, «La sombra de un caballero. Balada», Semanario Pintoresco Español, 10 (10 de febrero de 1856), p. 41

 

Otras colaboraciones

 

Eduardo Gasset, «A Fernando de Herrera. Soneto», Semanario Pintoresco Español, 40 (5 de octubre de 1851), p. 320. [«Cercado de la noche silenciosa...»]

Eduardo Gasset, «Latidos del corazón», Semanario Pintoresco Español, 49 (7 de diciembre de 1851), p. 392. [«¡Veinte años, edad florida...»]

Eduardo Gasset, «Lágrimas», Semanario Pintoresco Español, 42 (17 de octubre de 1852), p. 336. [«Candentes gotas de lloro...»]

Eduardo Gasset, «Céfiro y Flora», Semanario Pintoresco Español, 18 (1 de mayo de 1853), p. 143. [«Qué esperas, bella ninfa...»]

Eduardo Gasset, «La vuelta al hogar. Al poeta Antonio de Trueba», Semanario Pintoresco Español, 22 (29 de mayo de 1853), pp. 175-176. [«Allá en el fondo del valle...»]

Eduardo Gasset, «Este es el mundo», Semanario Pintoresco Español, 28 (10 de julio de 1853), p. 224. [«¡Ay! Qué ligeros corren...»]

Eduardo Gasset, «La velada de San Juan. A mi amigo I. G. Arostegui», Semanario Pintoresco Español, 35 (28 de agosto 1853), p. 280. [«Las lilas lloran su duelo...»]

Eduardo Gasset, «La partida de Colón», Semanario Pintoresco Español, 46 (13 de noviembre de 1853), p. 368. [«Rasgando el velo de la noche oscura...»]

Eduardo Gasset, «Duerme, hijo mío», Semanario Pintoresco Español 5 (4 de febrero de 1855), p. 40. [«Duerme, prenda del alma...»]

Eduardo Gasset, «Poesía», Semanario Pintoresco Español 8 (25 de febrero de 1855), p. 64. [«Cuando el aire retumba en tu oído...»]

Eduardo Gasset, «La paz del alma. A mi querido amigo D. José S. Ocaña», Semanario Pintoresco Español, 31 (5 de agosto de 1855), p. 248. [«Placeres ilusorios...»]

Eduardo Gasset, «Fábula», Semanario Pintoresco Español , 44 (28 de octubre de 1855), p. 352. [«Cien onzas en el juego...»]

Eduardo Gasset, «Canción», Semanario Pintoresco Español, 8 (24 de febrero de 1856), p. 64. [«Ingrato de mi vida...»]

Eduardo Gasset, «La primera lágrima», Semanario Pintoresco Español, 12 (23 de marzo de 1856), p. 96. [«El capullo de la flor...»]

Eduardo Gasset, «El cigarro», Semanario Pintoresco Español, 18 (4 de mayo de 1856), pp. 141-142.

Eduardo Gasset, «La caza», Semanario Pintoresco Español, 19 (11 de mayo de 1856), pp. 145-146.

Eduardo Gasset Artime, «Pregunta de niña y respuesta de ángel. Balada», El Mundo Pintoresco, III, 22 (27-V-1860), p 174. [«-¿Rezas mucho, papá? Siempre te veo...»]

Eduardo Gasset Artime, «La rondalla», El Museo Universal, XI, 51 (28 de diciembre de 1867), p. 415. [«Alegres cantores...»]

 

Teresa Barjau

 

Bibliografía consultada

 

Cobo, Eugenio, Eduardo Gasset y Artime. Biografía de un pontevedrés ilustre, Edicios do Castro, Coruña, 1996.

 

 

 

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