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Buscador · Informe de cuentos · «Misterios de una sombra »

Título: «Misterios de una sombra»
Variantes del título:
Autor: Martínez Pedrosa, Fernando - ()
Revistas: El Museo Universal, VI, 40, 41, 42, 43, 44, 45, 46, 47, 48 (5 de octubre de 1862; 12 de octubre de 1862; 19 de octubre de 1862; 26 de octubre de 1862; 2 de noviembre de 1862; 9 de noviembre de 1862; 16 de noviembre de 1862; 23 de noviembre de 1862; 30 de noviembre de 1862), pp. 319-320, 327-328, 335-336, 343-344, 351-352, 359-360, 367-368, 375-376, 383-384.
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Variantes:
Resumen: Carlos Martel, al poco de su boda con Adelaida, tiene que separarse de esta para viajar a América. Le reclaman allí los problemas legales de una fortuna heredada de su hermano Luis, opulento banquero fallecido en la isla de Cuba, y los problemas surgidos en los últimos meses a propósito de la herencia. Según sus noticias, los acontecimientos se han precipitado a resultas de la aparición de dos supuestos huérfanos, hijos de su hermano, y de un codicilo testamentario por el que se pretende anular el testamento primitivo en el que se le nombra heredero de todos los bienes de Luis.


El joven encomienda a Gertrudis, prima de su esposa, el cuidado de esta en su ausencia, muy a pesar de la desconfianza que aquella le provoca. Su fiel amigo, el anciano Juan López, conocedor de la mala reputación de Gertrudis, se ofrece también a Carlos para velar por Adelaida. Antes de partir, Carlos pide a su mujer el juramento de fidelidad, con la misteriosa advertencia que si alguna vez le traicionara, su misma sombra se le aparecerá para pedirle cuentas de su proceder.


A los pocos días de ausentarse Carlos, aparece en escena el barón de Lirio con la pretensión de acceder a los favores de Adelaida. Es el barón el puro espécimen del noble arruinado, de negocios turbios y dinero fácil, practicante de lo que en la Corte se conoce como el «bandolerismo de frac». En resumen: un vividor al acecho, tan ruin como ignorante.


El galanteo entre Adelaida y el barón crece con los días, ante un alarmado Juan López y una más que condescendiente Gertrudis que se aviene desde un principio a favorecer las intenciones del barón. Y crecen también las maledicencias sobre aquel galanteo que pone en entredicho a Carlos y su memoria. En todos bailes, reuniones ecuestres y salones de «buen tono» no se habla de otra cosa que de la nueva conquista del barón de Lirio. Una y otra vez, Gertrudis interviene cerca de su prima para que esta acepte una entrevista con el donjuanesco pretendiente. Al final lo consigue. Adelaida accede por fin, con la intención de que el barón de Lirio le devuelva un pañuelo que le diera en su día y que sin duda la compromete.


Mientras, en La Habana, Carlos Martel conoce al pescador Antonio, quien tiene a su cuidado los dos niños objeto del litigio de la herencia dejada por su hermano Luis. Por boca del pescador, pronto descubre Carlos la verdadera razón de aquel misterio: una artera trampa tendida entre la madre de los niños, su verdadero padre y un vecino de estos, Bruno, por la que se proponen adjudicar en primer término la paternidad de los pretendidos huérfanos al fallecido Luis Martel, y en segundo término aprovecharse de su herencia a través de la redacción de un falso codicilo testamentario. El cruel engaño se hace todavía mayor cuando Carlos reconoce en el rostro de los dos niños la viva imagen de un no hace muchos años habitante de la isla: el barón de Lirio. La recepción de una capciosa carta anónima llegada desde España, en la que se difama la buena reputación de su esposa Adelaida, es la gota que parece colmar el vaso de tanto despropósito. Cuando Martel reconoce en aquella comprometedora misiva, la caligrafía del barón, jura vengarse a su regreso.


En Madrid, enterado Juan López de la inminente entrevista entre la joven y su nuevo pretendiente, reta al barón de Lirio en duelo para terminar de una vez con el acoso a Adelaida, quien cada vez más obsesionada con la promesa que le hiciera a Carlos no cesa de avivar su sentimiento de culpa con lo que ella cree que son continuas visiones de la sombra de su marido. La desesperación de la muchacha y su extrema debilidad resultarán fatales. Cuando Adelaida ve a su esposo Carlos, recién regresado de América, muere en sus brazos implorando perdón. La irreprimible sed de venganza de este encuentra entonces el bálsamo consolador de Juan López, quien pone en su conocimiento que aquella misma noche acaba de dar muerte al barón de Lirio.

Temas, motivos y tipos: Amor. Adulterio. Virtud cristiana. Fidelidad. Traición. Don Juan. Engaño. Casamentera. Apariciones. Venganza.
Aspectos formales: El cuento se estructura en cinco capítulos encabezados con números romanos. El narrador omnisciente de la historia somete a esta a cambiantes alternativas espaciales entre Madrid y La Habana. Aunque el tiempo de la narración es progresivo, se alternan sincrónicamente dos núcleos de acción dramática que se corresponden con el escenario español y el americano. La función informante de la historia combina las voces del narrador y de los personajes, con un especial relieve, en este último sentido, de aquellas que nos llegan vehiculadas por el  género epistolar y el cuaderno de viaje del protagonista. El continuo cambio en el acontecer dramático y el flujo de escenarios y peripecias son el centro dominante la narración.

Sección:
Observaciones:
Clasificación genérica: Moral. Sentimental.

Jaume Pont

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