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Buscador · Informe de cuentos · «Cuadros del día. Un retrato al natural »

Título: «Cuadros del día. Un retrato al natural»
Variantes del título:
Autor: Ferreiro y Peralta, José - ()
Revistas: El Museo Universal, X, 38, 39 (23 de septiembre de 1866; 30 de septiembre de 1866), pp. 302-303, 310.
Volúmenes:
Variantes:
Resumen: Después de diez años de separación se cumple el plazo que cinco jóvenes se dieron para volver a reunirse y ver qué había sido de sus vidas. Todos van apareciendo menos Gabriel de Carvajal al que retratan como de «alma grande y elevada» y de «sentimientos nobles y generosos». Dándolo por muerto van a separarse cuando aparece un sacerdote que trae una carta de parte de Gabriel. En ella se despide de sus amigos señalando que el sacerdote que lleva la carta está autorizado para contarles la historia de su vida. Y es el sacerdote quien informa de que, después de separarse de sus amigos ,llegó Gabriel a Madrid para casarse con Luisa, una huérfana de regular fortuna. Un mal amigo empezó a aprovecharse de Gabriel y lo arrastró al vicio «más execrable y de influencia más peligrosa»: el juego. Así acabó el matrimonio, que tenía ya un hijo, viviendo en una buhardilla y el mismo Gabriel pidiendo limosna para poder sustentar a la familia. Una noche sale Gabriel para pedir porque el niño estaba extremadamente débil y consigue «un napoleón», pero en vez de volver a casa, como era su primera intención, el vicio lo empuja a una casa de juego en la que, tras empezar ganando una buena suma, acaba perdiéndolo todo y volviendo al amanecer a casa para encontrar a su hijo muerto en brazos de la madre. Gabriel acaba internado en la casa de locos de Leganés de la que sale para morir al poco tiempo y Luisa como hermana de la caridad.

Temas, motivos y tipos: Cambio de fortuna. Degradación moral. Jugador/es. Locura. Sacerdote.
Aspectos formales: Está dividida en dos entregas. Consta de una breve introducción y dos capítulos (señalados con numeración romana) de muy distinta medida. Tres voces distintas se reúnen en esta narración. Como en el cuento del año 1862 del mismo título, se inicia con unos párrafos en los que el autor hace una serie de consideraciones morales antes de entrar directamente en el cuento; o «cuadro», como lo denomina en esa introducción. El primer narrador del cuento es uno de los cinco amigos que debían encontrarse esa noche, pero este narrador interno muy pronto se aparta para que sea un narratario, un sacerdote que asistió a Gabriel, el que cuente qué ha sido de él en los diez años en que no se han visto. Este sacerdote integra en su narración una digresión de índole moral que lo relaciona con el autor de los párrafos introductorios.

Sección:
Observaciones:
Clasificación genérica: Moral. Realista.

María Jesús Amores

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