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Buscador · Informe de cuentos · «El príncipe por un día »

Título: «El príncipe por un día»
Variantes del título:
Autor: Collin de Plancy, J. - A. - S. - ()
Revistas: Semanario Pintoresco Español, -, 47, 48, 49, 50 (24 de noviembre de 1844; 1 de diciembre de 1844; 8 de diciembre de 1844; 15 de diciembre de 1844), pp. 375-376, 383-384, 391-392, 396-397.
Volúmenes:
Variantes:
Resumen: Se presenta la narración como un suceso acaecido durante las fiestas que en La Haya dio Felipe el Bueno a su esposa Isabel de Portugal. Willem es un joven zapatero de La Haya que tiene el vicio de la bebida. Durante las fiestas celebradas en honor de Isabel de Portugal, Felipe el Bueno, duque de Borgoña, sale a la calle disfrazado y topa con Willem borracho y dormido en medio de la calle. Optan por recogerlo y llevárselo a palacio para divertirse a su costa. A la mañana siguiente le hacen creer que él es el Duque y lo visten, acude a misa y después a la sala de justicia donde falla los pleitos con verdadero acierto, y acordándose del zapatero Willem y de su madre, hace que se le entregue una renta de mil florines. En la cena de aquella noche se le sirve vino hasta que cae dormido y, vestido con su pobre traje, lo llevan de vuelta a su casa. Willem cree que todo ha sido causado por hechiceros hasta que un día ve la comitiva cortesana y en ella descubre a muchos de los personajes que conoció durante su «sueño». Entre estos personajes está Godeliva, joven camarera de quien le hicieron creer que era su esposa. Desde Palacio lo llaman y, aclarado todo, le ofrecen el puesto de Conserje de palacio y la mano de Godeliva.

Temas, motivos y tipos: Disfraz. Burla. Cambio de fortuna.
Aspectos formales: El cuento, dividido en cinco capítulos, se publicó en cuatro entregas. La primera se inicia con una cita: «Si vous croyez que c'est si aisé d'etre prince et d'en faire la charge...». Sigue después una introducción en la que se refiere que lo narrado es un suceso acaecido durante las fiestas que en La Haya dio Felipe el Bueno a su esposa Isabel de Portugal, y un primer capítulo que se abre con numeración romana. Los otros tres capítulos siguientes van también encabezados por un número romano y se corresponden con cada una de las posteriores entregas. El narrador cronista parte de las noticias de algunos documentos, aunque advierte ofrecer él la verdadera versión, puesto que lo narrado en muchas crónicas son sucesos alterados. El narrador no abandona el tono divertido de los acontecimientos que se refieren linealmente, alternando la descripción de escenas con diálogos en los que se concentran los «lances cómicos» del relato.

Sección: Novela
Observaciones: El cuento sigue el texto de J.-A.-S. Collin de Plancy titulado «Le Prince d'un Jour», que se publicaría, entre otras, en las siguientes ediciones: Le Douze Convives du Chanoine de Tours. Légendes variées (Paul Auguste et Guyot Père et Fils, Paris, 1845); Légendes du Moyen Âge (Henry Plon, imprimeur-éditeur, 1863?). El traductor elimina, no obstante, algunos fragmentos.


Es una narración de origen folclórico correspondiente al tipo 1531 (Uther 2004) que lleva por título «Lord for a Day», y que Chevalier (1963) cataloga con el número 169 y el título de «El durmiente despierto». El cuento está documentado en Las mil y una noches (noche III) y ha recibido numerosas adaptaciones literarias, entre ellas The Taming of the Shrew (1595) de Shakespeare o a La vida es sueño (1635) de Calderón de la Barca.


La misma historia, aunque sin la última secuencia, se recoge en forma de anécdota histórica en el Semanario Pintoresco Español, en la última página del número 11 de 13 de marzo de 1853, p. 88.


Cabe destacar del relato la utilización del personaje «real» Felipe el Bueno y lo magníficamente ajustado que está al cuento el carácter que tradicionalmente se le atribuye: ocurrente, divertido y protagonista de numerosas anécdotas. Para ello se refiere su costumbre de salir algunas noches sin acompañamiento para vivir durante unas horas sin la etiqueta, práctica que también seguían «el famoso califa Haroun-el Reschid, Pedro el Cruel, Carlos el Sabio de Francia, y el Emperador Carlos V». Aunque quizás el personaje mejor trazado sea el protagonista, Willem, dotado de buenas cualidades, buen cristiano, buen hijo, trabajador, aunque un tanto borracho. No obstante, ese «vicio detestable» no está presentado con tintes oscuros sino como una alegre diversión y Willem demostrará en el transcurso del cuento que tiene muy buenas cualidades: galante, educado, justo, previsor, generoso e inteligente, cualidades que son recompensadas por el final feliz del relato.

Clasificación genérica: Folclórico. Humorístico.

María Jesús Amores

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