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Buscador · Informe de cuentos · «Don Juan el Tuerto o el banquete y el suplicio »

Título: «Don Juan el Tuerto o el banquete y el suplicio»
Variantes del título:
Autor: Corte y Ruano Calderón, Manuel de la - (Corte y Ruano Calderon, Juan Antonio de la)
Revistas: Semanario Pintoresco Español, -, 10, 11, 12, 13 (6 de marzo de 1842; 13 de marzo de 1842; 20 de marzo de 1842; 27 de marzo de 1842), pp. 75-76, 85-87, 91-92, 101-102.
Volúmenes:
Variantes:
Resumen: Tras la muerte de los hermanos Carvajales en la peña de Martos, concretamente en un lugar llamado La cruz del lloro por orden del rey Fernando IV de Castilla, se recuerda el plazo que impusieron para su venganza. Al anochecer se oye un grito agudo, reina la confusión en el castillo y un caballero armado anuncia la muerte del rey restituyéndose así la justicia divina. El caballero es don Pedro, quien pide a los prelados y ricos-hombres el juramento por el primogénito del rey Fernando VI, don Alfonso, que cuenta entonces 13 años, y parte enviando cartas con el fin de conseguir la aceptación de muchos señores del reino. No obstante, la lucha por el poder es encarnizada, hasta el punto que el rey niño tiene que refugiarse en el templo para salvar la vida. Se forman entonces diferentes bandos que ambicionan el poder y para contrarrestarlos se crea la Hermandad del rey encabezada por la reina María, la reina Constancia y el arzobispo primado. Aumentan las rencillas entre los hombres próximos al rey, situación aprovechada por el rey de Granada, Ismael, quien vence a las huestes cristianas en junio de 1319; toma Huéscar, Ores, Galesa y luego Martos. Esta empresa se salda con la muerte de don Juan y don Pedro. Reunidas entonces las Cortes de Burgos en 1315 se distribuye el gobierno del territorio: don Juan Manuel administraría Toledo y Extremadura; don Felipe Andalucía, y la parte destinada a don Juan, que había muerto, y que era Castilla la Vieja y sus montañas, se adjudican a su hijo don Juan el Tuerto, señor de Vizcaya. Este era un joven príncipe pendenciero y rencoroso. A pesar de la desconfianza que despierta, se firma el juramento y homenaje de los regentes el 1 de abril de 1320 en Ávila. Poco después muere la reina doña María y cuando don Alfonso cumple 15 años se declara su mayoría de edad y toma las riendas del poder como Alfonso XI. Los tutores ven entonces perder su poder, puesto que el rey tiene otros privados. Entonces huyen de la corte y juran venganza en Cigales, prometiendo luchar juntos contra el rey. No obstante, se rompe también este juramento, puesto que los tres tutores se traicionan. Don Juan el Tuerto se entera de la traición hecha por don Juan Manuel al juramento de Cigales y se pone entonces al servicio del rey, ganando batallas contra los moros a favor de Alfonso XI. El rey dispone entonces celebrar el pacto con don Juan el Tuerto en Toro. Allí se prepara el festín que ha de celebrarse el 1 de noviembre de 1324. El día acordado llega el Tuerto al castillo y se arrodilla ante el rey. Se inicia el banquete y el rey pregunta al Tuerto si recuerda los términos en que se firmó el juramento de Ávila. El Tuerto dice que el tiempo hace cambiar los juicios y el rey se ve entonces con la potestad de romper el suyo y hacer prender al Tuerto. El Tuerto recuerda entonces al rey que él también ha roto su juramento y se ha aprovechado de su buena fe. El Tuerto es encerrado en una cava. El 3 de noviembre de 1324 el rey ofrece a don Juan la posibilidad de huir y salvar la vida, pero este dice que no saldrá de allí, pues no piensa perder sus propiedades ni su honra. Así que, finalmente, es ejecutado junto con los suyos y sepultado sin pompas ni ceremonias.

Temas, motivos y tipos: Moros y cristianos. Plazo. Ambición. Falso consejero. Rivalidad. Traición. Cambio de fortuna. Rebelión. Castigo. Cárcel. Muerte violenta.
Aspectos formales: El relato se publica en cuatro entregas de seis capítulos encabezados por breves títulos. El narrador es un cronista que relata los acontecimientos como si de un historiador se tratara. La narración se desarrolla mediante exégesis de carácter histórico con la intercalación de escenas en las que se incluyen breves diálogos. La lectura moral de los acontecimientos suele hacerse al final de cada capítulo.


 

Sección: Estudios históricos
Observaciones:
Clasificación genérica: Histórico.

Montserrat Amores

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