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Buscador · Informe de cuentos · «Memorias de un aeta »

Título: «Memorias de un aeta»
Variantes del título:
Autor: Fernández Iturralde, Enrique - ()
Revistas: El Mundo Pintoresco, II, 26, 27, 28 (26 de junio de 1859; 3 de julio de 1859; 10 de julio de 1859), pp. 208, 215-216, 223-224.
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Variantes:
Resumen: Mientras está en Manila, un hombre observa entre la tripulación del barco al que han de subir «una figura extraña, que se prestaba a la observación y al estudio». Se acerca a él y tras una breve conversación le pide que le cuente su historia. Es éste un aeta nacido en la isla de Negros, en Filipinas, y criado para ser un guerrero. Cuando tiene doce años un guerrero de la tribu es encontrado muerto y se culpa de ello a la tribu enemiga de los bysayos. Contra ellos se organiza una batida de la que el protagonista forma parte. Pasan primero por distintas tribus amigas y en una de ellas y como símbolo de hospitalidad le es ofrecida la mujer de uno de los indígenas. Al día siguiente atacan la aldea de los bisayos y queman todas las chozas sin respetar ni a los ancianos, ni a las mujeres, ni a los niños, que mueren en el incendio. Cortan las cabezas a sus enemigos y las colocan sobre la tumba del difunto para que sienta que ha sido vengado. Despertado al amor, una de las jóvenes de su tribu, Nora, llama poderosamente su atención y puestos sus padres de acuerdo se celebra el matrimonio siguiendo las costumbres tradicionales: se abandona a la novia en el bosque y el novio debe encontrarla y devolvérsela a sus padres; así se aseguran de que la novia quiere ser encontrada y de que es un matrimonio por amor. Un año después un orangután rapta en el bosque a una joven y, a pesar de que la rescatan, son tantas las heridas que ha recibido que muere poco después. Mientras, el joven guerrero y su esposa, Nora, han tenido un hijo y todo transcurre en paz hasta que un día el joven la sigue hasta una cascada que estaba cerca de la aldea y observa cómo Nora se baña completamente desnuda. Pero no es él el único que la observa porque un joven orangután irrumpe en la escena. Al principio Nora se asusta pero muy pronto, en vez de huir o de defenderse, lo llama a su lado y lo acaricia. El joven protagonista es así testigo de la infidelidad de su esposa. En ese instante un caimán que dormía en las aguas ataca a la pareja y devora al joven orangután; Nora, que ha perdido un brazo, huye hacia la selva solo para caer en el abrazo de una boa y, a pesar de ser liberada por el joven guerrero, acaba pereciendo. El hijo de ambos muere también falto de los cuidados de su madre y lo mismo sucede con sus ancianos padres. Queda pues solo y piensa en el suicidio. Un día sube a una montaña, reza una oración al batha maycapal y, cuando está a punto de lanzarse al vacío, el brazo de un sacerdote lo detiene y con consoladoras palabras logra su conversión, junto con otros miembros de su tribu, al cristianismo. Luego sigue al sacerdote hasta Manila y entra a formar parte de la tripulación de un buque. No obstante, aún recuerda el valle, la laguna, los bosques y montañas en que vivió y amó a Nora.

Temas, motivos y tipos: Amor. Boda. Colonización. Conversión religiosa. Muerte violenta. Naturaleza y civilización. Rapto. Sacerdote.
Aspectos formales: Publicado en tres entregas y dividido en seis capítulos con numeración romana y una introducción. En esta última un narrador en primera persona nos presenta a un personaje que le llama poderosamente la atención, el aeta, al que después dará voz en los siguientes capítulos, transformándose él y un grupo de amigos en los receptores de su historia. Así que estamos ante un narrador en primera persona autobiográfica. El relato parece a veces una excusa del autor para mostrar una serie de costumbres de los pueblos indígenas filipinos, un relato de tintes antropológicos. Llaman la atención algunos de los comentarios del narrador, y del mismo protagonista, que actualmente tacharíamos de racistas: la voz «estridente y gutural bastante parecida al grito de los monos»; «hijo de esa raza embrutecida y degenerada» (los aetas); el bestialismo en el encuentro entre el orangután y Nora… Como otros cuentos firmados con la sigla F. transcurre en Filipinas.

Sección:
Observaciones:
Clasificación genérica: Oriental.

María Jesús Amores

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