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Buscador · Informe de cuentos · «En Leganés »
| Título: | «En Leganés» |
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| Variantes del título: | |
| Autor: | Fernández Iturralde, Enrique - () |
| Revistas: | El Mundo Pintoresco, III, 16 (15 de abril de 1860), pp. 122-124. |
| Volúmenes: | |
| Variantes: | |
| Resumen: | Tras una breve introducción en la que el protagonista nos plantea la duda de si está loco ahora que se halla ingresado en el manicomio de Leganés o lo estaba antes, cuando vivía en sociedad y trataba de seguir los dictados del mundo, pasa a contarnos su historia para que reflexionemos. El joven vizconde Enrique se presenta en sociedad un año después de la muerte de su padre y, como tiene suficiente fortuna, se dedica a gastarla en entretenimientos, mujeres y juego. Una noche, al salir del Teatro Real, se le acerca una joven pobre que le pide limosna. Le da una moneda y se da cuenta de que es una joven muy hermosa. Le pide entonces su nombre y dirección con la promesa de que se encargará de que no le falte nada. Y así lo hace: le ofrece casa y alimento, se ocupa de su educación y acude casi todas las noches a escondidas adonde vive con su madre para oírla tocar y ver sus progresos; a veces, le procura entradas para la ópera y él acude para observarla desde otro palco de modo que su reputación no sufra. Finalmente se descubre enamorado de ella y una noche se lo confiesa. Durante un mes son felices, hasta la aparición de un primo de la joven que empieza a hacerle la corte. Una noche ella se excusa para que Enrique no acuda y en su lugar recibe al primo, sin saber que el vizconde lo observa todo entre las sombras del jardín. Enrique parte hacia Francia diciéndose curado de dos ilusiones: el agradecimiento y la felicidad. Allí logra olvidar llevando una vida desenfrenada. Por una pelea en el juego se bate en duelo y el adversario no respeta las reglas ante la actitud impasible de su padrino, comportamiento que lleva a nuestro protagonista a retarle también a él y de donde sale herido en un hombro. De esta aventura sale curado de otra preocupación: la amistad. Pasado un año vuelve a Madrid. Todos andan ocupados con una joven de gran belleza: rubia, pálida, de ojos azules y mirada angelical, que despierta la admiración de «multitud de Tenorios y Letorières de frac y corbata». Durante el mes siguiente se van encontrando en diferentes ambientes y Enrique se enamora de ella. Tres meses después se casa con ella y parten hacia Italia. Durante un año son felices hasta que descubre la infidelidad de ella con un conde siciliano. Vuelven inmediatamente a Madrid y Enrique se confiesa curado de otra preocupación: el amor. Desde ese momento decide abandonar la compañía de los hombres y se finge loco del siguiente modo: «en vez de contestar a las palabras que se me dirigían, tomé la costumbre de contestar a los pensamientos que suponía se ocultaban en aquellas palabras». Un mes después ya está encerrado en Leganés donde dice sentirse feliz y tranquilo, aunque a veces, cuando recuerda su vida, siente no haber perdido la memoria. |
| Temas, motivos y tipos: | Adulterio. Amistad. Amor. Desengaño amoroso. Duelo. Educación de la mujer. Locura. Menosprecio de corte. |
| Aspectos formales: | Publicado en una única entrega y está dividido en once capítulos marcados con numeración romana, el cuento presenta un narrador interno, en primera persona protagonista; aunque, a veces, habla de él mismo en tercera persona: «y esa joven, a quien el vizconde había llevado la noche anterior…». El autor va marcando el paso del tiempo meticulosamente: «Un año después…», «Así pasaron algunas semanas…», «Después de un año…», «Tres meses después…». Y los momentos más importantes suceden por la noche. Los espacios son los propios de un cuento protagonizado por un noble: un castillo en su niñez; después Madrid: el Teatro Real, el Casino, embajadas, casa de duques…; viaja a Francia y a Venecia; y todo ello parece haberle llevado a Leganés. |
| Sección: | |
| Observaciones: | Como en otros cuentos de F. se muestra su gusto por la ópera: aquí Bellini y Donizetti; y por la literatura: Petrarca, Moore, Arnao y Lamartine…; y esa mención del don Juan Tenorio de Zorrilla y del marqués de Letorière de Eugène Sue. |
| Clasificación genérica: | Moral. Sentimental. |
María Jesús Amores |
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