Pedro Antonio de Alarcón

 

Pedro Antonio de Alarcón y Ariza (10 de marzo de 1833 - 19 de julio de 1891), miembro de la Generación de la Restauración, fue un escritor prolífico y polifacético. Su obra, que abarca poesía, teatro, novela, artículos de costumbres, crónicas de viajes, ensayos literarios, etc., representa en su conjunto el tránsito del costumbrismo al auge de la prosa realista.

 

Nacido en Guadix (Granada), Pedro Antonio es el cuarto de los diez hijos de una familia noble en decadencia. Debido a la situación ruinosa de la economía de su familia, recibe su primera educación en el Seminario de su ciudad natal. Tras finalizar el bachillerato en Granada, comienza a estudiar Derecho en 1847, carrera que se ve obligado a abandonar por problemas económicos. En 1848, vuelve a Guadix donde sigue sus estudios religiosos hasta 1853. De estos años en el Seminario, dedicados a la lectura más literaria que teológica, nace en Alarcón el embrión de su creación literaria. Sus primeras cuatro piezas teatrales se estrenan por aficionados locales entre 1848 y 1849. En 1852, junto a su amigo Torcuato Tárrago, funda El Eco de Occidente, en la que también publica sus primeros escritos. En 1853, a los diecinueve años, tras renunciar a su carrera eclesiástica, Alarcón se traslada a Madrid en busca de la gloria literaria. Tras fracasar en el primer intento, regresa a Granada, donde pronto empieza a vivir intensamente el ambiente bohemio de «La cuerda granadina». Desde la desaparición de este círculo artístico en 1854, se inicia la etapa más comprometedora del autor, estrenándose en la escena política como periodista combativo. Funda el periódico La Redención en Granada, y después dirige El Látigo en Madrid. En las hojas satíricas de ambos diarios queda marcada la convicción revolucionaria del joven Alarcón. Este enfrentamiento político contra la regencia de Isabel II le lleva a un duelo en 1855, en el cual su rival, el escritor venezolano José Heriberto García de Quevedo, le perdona la vida disparando al aire. Se cree que es esta anécdota lo que incita a Alarcón a decidir refugiarse en la literatura. Lo cierto es que de ahí florecen los años más fértiles de su cultivo literario. Finaliza su primera novela El Final de Norma y publica con abundancia en la prensa periódica tanto los artículos de costumbres, recogidos para formar el volumen Cosas que fueron (1871), como relatos breves, con los cuales se manifiesta el talento de un hábil narrador. Su obra teatral El hijo pródigo se estrena en 1857. A pesar de la censura por la crítica, la obra obtiene un considerable éxito del público. En 1859, Alarcón participa en la guerra de África como soldado voluntario y periodista. Cuenta su experiencia en forma de diario en la prensa, artículos que serán reunidos en El diario de un testigo de la Guerra de África (1860). Finalizado el conflicto, bajo la protección del gobierno de O´Donell, interviene activamente en la política actual. Durante esta época, también emprende varios viajes, a Italia los primeros y más tarde por España, experiencias que se registrarán en sus libros de viajes. En 1874, con cuarenta y tres años de edad, Alarcón da la luz a su obra más célebre, El sombrero de tres picos, que gozará pronto de una consonancia universal en la sociedad artística. Esta obra maestra de la narrativa breve, cuya mayor parte es dialogada, es definida por Pardo Bazán como «el rey de los cuentos españoles».

 

En 1875 es elegido académico de la Real Academia Española, ingresando en la misma en 1877, año en el que también es designado para el Consejo de Estado. Sin embargo, el rotundo reconocimiento político y académico no compensa la fría acogida de sus obras literarias por la crítica. Desde la polémica ideológica alrededor de El escándalo (1875), a la que el autor defiende con la publicación de El niño de la bola (1880), hasta la «conspiración del silencio» de la crítica ante sus últimas dos novelas, El capitán Veneno (1881) y La pródiga (1882), sucesivos desánimos acaban motivando el alejamiento de Alarcón del mundo literario. En 1884, como memoria de su vida literaria, publica Historia de mis libros, ensayo que hoy día nos permite acceder de una manera más íntima al mundo literario del autor, entender desde su perspectiva personal las referencias y tendencias de su obra, así como sus reflexiones de la crítica.

 

Pedro Antonio de Alarcón colaboró en el Semanario Pintoresco Español en cinco ocasiones. De ellas tres pueden ser catalogadas como cuentos: «El rey se divierte» (1855), «La corneta de llaves» (1855) y «Causas célebres. El clavo» (1856), susceptible también de considerado novela corta. El resto responde a un retrato histórico, «Aníbal Rinaldy» (1856), y a una balada «Camino del cielo. Balada» (1956).

Asimismo, colabora en dos ocasiones en El Mundo Pintoresco. Por un lado, publica «La cruz de palo. Novela romántica» mediante cuatro entregas entre octubre y noviembre de 1858; por otro lado, en el mismo año, «Bocanada de humo», un artículo costumbrista en el que debate y defiende el acto de fumar, que más tarde recogerá en el volumen Cosas que fueron (1871).

De una manera más activa intervino en El Museo Universal con 33 publicaciones de diversos géneros: cuadro de costumbre, biografía, reseña, poesía, entre las cuales se destaca el «Mapa poético de España», fruto de su enorme pasión por los viajes y por España. Del mismo modo, hemos podido catalogar 13 de sus célebres cuentos, recogidos más tarde, junto con los demás escritos del autor, para formar sus tres volúmenes de Novelas cortas. Estos cuentos son, en primer lugar, los dos que serán publicados bajo título de serie Cuentos amatorios: «Novela Natural» (1866) y «Novelas y cuadros de costumbres. La Comendadora» (1868); y los diez que serán incluidos en Historietas Nacionales:  «Dos retratos» (1857), «¡Viva el Papa! A Luis Farzeñski, conde de Lipa» (1857), «El afrancesado» (1858), «¡Buena pesca! (Tradición aragonesa)» (1858),  «La Buenaventura» (1858), «El asistente» (1858), «El Ángel de la Guarda. Episodio de la guerra de la Independencia» (1859), «El extranjero. Episodio de la guerra de la Independencia» (1859), «Las dos glorias» (1859), «El carbonero alcalde. Episodio de la guerra de la Independencia» (1859); por último, el cuento «Los ojos negros» (1858), en Narraciones inverosímiles.

 

Cuentos

 

 

Pedro Antonio de Alarcón, «El rey se divierte», Semanario Pintoresco Español, 42 (14 de octubre de 1855), pp. 333-334.

Pedro Antonio de Alarcón, «La corneta de llaves», Semanario Pintoresco Español, 48 (25 de noviembre de 1855), pp. 382-283 y 49 (2 de diciembre de 1855), pp. 390-391.

Pedro Antonio de Alarcón, «Causas célebres. El clavo», Semanario Pintoresco Español, 3 (20 de enero de 1856), pp. 23-24; 4 (27 de enero de 1856), pp. 30-31; 5 (3 de febrero de 1856), pp. 37-39; 6 (10 de febrero de 1856), pp. 46-47; 7 (17 de febrero de 1856), pp. 54-56; y 9 (2 de marzo de 1856), pp. 69-72.

Pedro Antonio de Alarcón, «Dos retratos», El Museo Universal, I, 5 (15 de marzo de 1857), pp. 34-35.

Pedro Antonio de Alarcón, «¡Viva el Papa!», El Museo Universal, I, 23 (15 de diciembre de 1857), pp. 194-195.

Pedro Antonio de Alarcón, «El afrancesado», El Museo Universal, II, 8 (30 de abril de 1858), pp. 59-62. G

P. A. de Alarcón, «¡Buena pesca! (Tradición aragonesa)», El Museo Universal, II, 14 (30 de julio de 1858), pp. 106-108.

P. A. de Alarcón, «Los ojos negros», El Museo Universal, II, 16 (30 de agosto de 1858), pp. 126-127.

P. A. de Alarcón, «La cruz de palo. Novela romántica», El Mundo Pintoresco, I, 30 (31 de octubre 1858), pp. 235-238; 31 (7 de noviembre de1858), pp. 243-244; 32 (14 de noviembre de 1858), pp. 254-255; 33 (21 de noviembre de 1858), pp. 258-259.

P. A. de A., «La Buenaventura», El Museo Universal, II, 21 (15 de noviembre de 1858), pp. 162-164.

P. A. de Alarcón, «El asistente», El Museo Universal, II, 23 (15 de diciembre de 1858), pp. 178-179.

Pedro Antonio de Alarcón, «El Ángel de la Guarda. Episodio de la guerra de la Independencia», El Museo Universal, III, 2 (30 de enero de 1859), pp. 10-11.

Pedro Antonio de Alarcón, «El extranjero. Episodio de la guerra de la Independencia», El Museo Universal, III, 3 (1 de febrero de 1859), pp. 19-21.

[Pedro Antonio de Alarcón] «La firma está borrada», «Las dos glorias», El Museo Universal, III, 4 (15 febrero de 1859), p. 31. [E.P.]

Pedro Antonio de Alarcón, «El carbonero alcalde. Episodio de la guerra de la Independencia», El Museo Universal, III, 17 (1 de septiembre de 1859), pp. 130-131.

P. A. de Alarcón, «Novela Natural», El Museo Universal, X, 50 (16 de diciembre de 1866), p. 395; 51 (23 de diciembre de 1866), p. 403; 52 (30 de diciembre de 1866), p. 411.

Pedro Antonio de Alarcón, «Novelas y cuadros de costumbres. La Comendadora», El Museo Universal, XII, 15 (11 de abril de 1868), pp. 115-118; 16 (18 de abril de 1868), pp. 121-123.

 

 

Otras colaboraciones

(Al final del artículo publicado sin firma se consigan las siglas del investigador que ha identificado dicha colaboración: Elena Páez)

 

Pedro Antonio de Alarcón, «Aníbal Rinaldy», Semanario Pintoresco Español, 7 (17 de febrero de 1856), pp. 53-54.

Pedro Antonio de Alarcón, «Camino del cielo. Balada», Semanario Pintoresco Español, 14 (6 de abril de 1856), p. 112.

Pedro Antonio de Alarcón, «Descubrimiento y paso del cabo de Buena Esperanza. Bartolomé Díaz. Vasco de Gama», El Museo Universal, I, 12 (30 de junio de 1857), pp. 89-91.

Pedro Antonio de Alarcón, «El pañuelo. Cuadro de batista. Leído en la reunión literaria del señor Cruzada Villamil, la noche del primero de mayo de 1857», El Museo Universal, I, 13 (15 de julio de 1857), pp. 102-103.

P. A. de Alarcón, «El año nuevo», El Museo Universal, II, 1 (15 de enero de 1858), pp. 2-3.

P. A. de Alarcón, «El buen retiro», El Museo Universal, II, 10 (30 de mayo de 1858), pp. 75-77. G

P. A. de Alarcón, «Alicante y Valencia. Apuntes de viaje. Episodios no políticos», El Museo Universal, II, 11 (15 de junio de 1858), pp. 83-87. G

Pedro Antonio de Alarcón, «Toledo. Inauguración del ferrocarril. Bellas Artes», El Museo Universal, II, 12 (30 de junio de 1858), pp. 94-95. G

Pedro Antonio de Alarcón, «De Madrid a Santander. Recuerdo de un viaje», El Museo Universal, II, 19 (15 de octubre de 1858), pp. 150-151.

P. A. de Alarcón, «Bocanada de humo», El Mundo Pintoresco, I, 34 (28 de noviembre de 1858), pp. 267, 269-270.

P. A. de Alarcón, «Episodios de Nochebuena», El Museo Universal, II, 24 (25 de diciembre de 1858), pp. 185-186. G

Pedro Antonio de Alarcón, «Madrid a vista de búho», El Museo Universal, III, 1 (1 de enero de 1859), p. 2.

Pedro Antonio de Alarcón, «I. El carnaval en Madrid. II. Los bailes de Capellanes. II. Los bailes del Teatro Real. IV. El carnaval en el Prado», El Museo Universal, III, 5 (1 de marzo de 1859), p. 35. G

P. A. de Alarcón, «España los franceses», El Museo Universal, III, 11 (1 de junio de 1859), pp. 82-84.

Pedro Antonio de Alarcón, «Mapa poético de España», El Museo Universal, III, 12 (15 de junio de 1859), pp. 90-91.

Pedro Antonio de Alarcón, «Una conversación en la Alhambra. I. La procesión del corpus. II. El fandango», El Museo Universal, III, 20 (15 de octubre de 1859), pp. 158-160.

P. A. de Alarcón, «Carta al director del Museo Universal. [Bosquejo de Muley-Abbas, Jefe del Ejército Marroquí]», El Museo Universal, IV, 11 (11 de marzo de 1860), pp. 85-86. G

Pedro Antonio de Alarcón, «Exposición de Bellas Artes. [Propuesta de premios que presenta el jurado]», El Museo Universal, IX, 1 (1 de enero de 1865), pp. 2-3; 2 (8 de enero de 1865), p. 10; 3 (15 de enero de 1865), p. 18; 4 (22 de enero de 1865), p. 26; 5 (29 de enero de 1865), pp. 35-37; 6 (5 de febrero de 1865), p. 42. Gs

P. A. de Alarcón, «Regreso de Zorrilla a España», El Museo Universal, X, 31 (5 de agosto de 1866), pp. 243-245. G

Pedro A. de Alarcón, «La noche buena del poeta», El Museo Universal, X, 51 (23 de diciembre de 1866), pp. 406-407.

Pedro A. de Alarcón, «Poesía mística», El Museo Universal, XI, 4 (27 de enero de 1867), pp. 30-32.

Pedro Antonio de Alarcón, «A un mendigo», El Museo Universal, XIII, 5 (31 de enero de 1869), p. 39.

P. A. de Alarcón, «El Mont-Blanc», El Museo Universal, XIII, 9 (28 de febrero de 1869), pp. 70-71.

 

Siwen Ning

 

Bibliografía consultada

 

Fernández Montesinos, José, Pedro Antonio de Alarcón, Castalia, Madrid, 1977.

Biblioteca Virtual de Miguel de Cervantes, portal dedicado al autor.